El ampli "objeto del pecado" ha sido un Gallien-Krueger MB150-S. La ocasión lo merecía, y se trataba de probar el nuevo ampli de "calendamaia" (un pedazo de MarkBass) junto con su nuevo-viejo bajo, mi antiguo Tune.
La verdad es que con ese bajo cualquier cosa suena bien, y más después de pasarme una semana ajustando el alma antes de llevárselo a Juanjo a su casa, de forma que la acción ha quedado como auténtica mantequilla (Groove, no tiene nada que ver con la acción que tenía en Oroso... aunque el sonido sigue siendo el mismo, jejejeje).
---- Laney Linebacker 100, 1987.
La cata de amplis empezó con mi viejo ex-ampli, un Laney Linebacker 100, que pese a sus más de 15 años, sigue estando en buena forma. No tiene un sonido maravilloso, pero tiene esos graves de los amplis clásicos de los 80, que con un Precision, un Jazz o un Warwick Fortress, le dan un "growl" que tira para atrás. Quizá ese ampli tiene dos fallos:
- Le fallan los agudos, por mucho que la ecualización diga que sí que los tiene, no existen.
- Pierde un poco de "presencia" en un grupo, aparte de la falta de potencia, se deja comer fácil por los demás instrumentos. Cosa que no ocurre, por ejemplo, con los Peavey TNT de la misma potencia, que aunque queden cortos de volumen, el bajo sigue dando la impresión de que "está ahí". El Peavey tiene los mismos 100W, y también un 15", pero da "algo más"...
Aun así, para el uso que le va a dar calendamaia, principalmente en un grupo "folk", va a tener sonido de sobra.
--- Mark Bass. No recuerdo el modelo.
He estado mirando, y no lo veo ya en el catálogo, es un LittleMark aunque tiene alguna cosita más que el CMD.102 actual, aunque visto de lejos es prácticamente igual.
La impresión de este combo es inmejorable, tiene unos acabados preciosos, la estética es algo que cada vez se cuida más en un ampli, y a mí éste me ha convencido. La diferencia de diseño entre mi Gallien y este MarkBass es como comparar un Volkswagen con un Ferrari. No hay color.

Aparte de lo que se ve en este CMD102P, el de calendamaia lleva encima de los "potes" las salidas del bucle de efectos y afinador, principalmente.
Después del primer vistazo, lo siguiente que te llama la atención es el peso. Ver ese pedazo de cajón asusta, y cuando ves las asas que le han puesto dices: "ya está! ahora es cuando te dan la baja durante una semana del lumbago que te pillas!". Pues no, se deja levantar con facilidad... a pesar de dos altavoces y una etapa que rinde 280W a 8 ohmios. No es como para llevarlo a hombros cual "breaker" de los 80, pero desde luego pesa menos que el Laney. Cosas del amigo Neodimio.
Y luego vas y lo enciendes. Enchufas un bajo, y a sonar. No le falta de nada, en mi opinión. ¿Que le faltan graves? Y una pol... lo que pasa es que quizá lo has probado con un bajo que no tiene. No zumban, no "rugen", pero hay muchos graves y muy limpios, incluso para la quinta cuerda. Salvo que seas un héroe del "Nu-metal" o alguna especie similar, no creo que le vayas a echar en falta graves en la vida. Sobre todo por la tranquilidad que da saber que tienes graves limpios, sin apelotonamientos.
Los agudos... pues eso está claro que tiene. Claros y cristalinos como es de esperar en un 2x10. Menos chillones que los de EBS, cosa de agradecer. Desde luego, este no es el ampli de Marcus... podría servirle, pero tendría que currarse mucho más la ecualización.
Y lo mejor de todo... los potenciómetros sirven para algo. En cuanto los mueves, notas su efecto en el sonido. Es una ecualización de verdad, no la de "la señorita Pepis" que tiene el Laney.
Luego hicimos la prueba de engancharle el Laney como refuerzo de graves, y la verdad es que a mí me parece que ensucia el sonido, prefiero oir sólo el MarkBass.
En mi opinión, es un pedazo de ampli... que con una segunda caja te puede dar 450W. Quizá el problema sea encontrar una caja que le vaya bien, lo que seguramente pase por comprarse otra MarkBass. Quizá una 1x15 sea incluso demasiado grave... ¿2x12? Sería cuestión de pensárselo... si es que alguna vez te quedas corto con 280W.
----- Gallien-Krueger MB150-S
Llegamos al final del asunto. Si en el Mark sorprende el poco peso, en el GK lo que sorprende es también el tamaño. Podrías llevarlo en una bolsa de deporte, sin que sus 11 kilos de peso te supongan un problema.
¿Cuál es el secreto de GK? Hacer un ampli pequeño y transportable a base de poner una caja de aluminio en lugar de madera, con el espacio justo para meter dentro un altavoz de 12. Dimensiones del juguetito: 35cm de ancho, 39 cm de alto, 22 cm de fondo.

Así que no esperes grandes graves ni muy profundos con este ampli... es como esperar muchas prestaciones de un ordenador portátil, o de un coche pequeño. Aunque, como todo en este vida, si en un coche pequeño te gastas pasta, corre. Y por el precio que cuesta, resulta que este ampli tiene sonido para dar, tomar, regalar y todo lo que quieras.
Después del MarkBass, hay que acostumbrarse de nuevo a que este ampli tiene la tercera parte de potencia. Pero una vez que subes ganancia y volumen, te das cuenta de que también hay mucha ecualización para jugar. Los graves se quedan un poco cortos, y los agudos no chillan lo suficiente... si eso es lo que quieres, claro. Si buscas un sonido cristalino, sin distorsión ni saturación, que te deje oir a lo que suena tu bajo, empieza a ser una buena opción. Por eso les gusta tanto a los contrabajistas, a las pastillas piezo y a los bajos con buena madera (esos Jerzy y esos KenSmith de Oroso... cómo sonaban).
Claro, que esa mínima pérdida de graves y agudos la compensa, en muchas ocasiones, el saber que le enganchas otra caja (por ejemplo, la GK de aluminio que es igualita que el ampli), y tienes 150 watios fáciles de mover, en dos piececitas de 11 y 6 kilos aproximadamente. Interesante para llevárselos de bolo en el coche... o en bici.
Aunque del GK seguro que habrá opiniones más fundadas, así que ya sabéis: ¡a rebatirme!