1. Tocando en un ensamble de Rubén Ferrero en un festival de jazz. Era un ensamble armado con los espectadores de la clínica que se había hecho esa tarde, con Rubén dirigiendo la cuestión. Yo no tenía ni idea de jazz, pero era el único bajista, así que me dejaron. Eramos bajo, batería (que era el presentador del festival), dos guitarras acústicas, flauta traversa, piano y unos 6 o 7 percusionistas, aparte de una cantante que era muy buena. En el ensayo hice desastre, toqué todo pésimo, la mayor parte del tiempo fuera de tono, vamos que nunca habí tocado jazz propiamente dicho, y por aquel tiempo no estudiaba como estudio ahora. Tocamos los temas solo dos veces y dió por cerrada la cuestión. Eran Caravan (en 6/8, lo cual me mató) y un blues que escribió uno de los guitarristas. Resulta que sabía que iba a ser terrible, porque tenía solo 2 horas antes del show. Traté, pero no logré ponerlo en su lugar de buena manera. Cinco minutos antes de subir a tocar (sabiendo que se venía el desastre), se me acerca Rubén y me dice: "Tomá van a tocar este tema también" y me da un standard que no recuerdo el nombre, mientras me explica que vamos a tocar Night And Day en lugar del blues
Para que se hagan una idea, la única foto que quedó del show en sí, estoy yo mirando la partitura con cara de "dónde demonios estoy!!" y el pianista señalandome la hoja, jaja, fué terrible... Aunque lo más curioso fué que a Ferrero le encantó el show, al punto de que me felicitó al final, cuando me bajé
2. Una fiesta de fin de año, en la terraza de la casa de un amigo. Se arma un trío de zapadas, luego de que algunas bandas tocaran, empezamos a tocar algunos temas para la gente, que ellos mismos nos pedían o subían a tocar con la banda. En un momento nos piden un tema de Los Redondos y nos disponemos a tocarlo. Yo escucho prácticamente nada de ellos, entonces me sumo al guitarrista y lo empiezo a seguir, hasta que uno del público salta y grita, señalándome, "No se la sabe!!"
, ahí puse mi mejor cara de no pasa nada y seguimos tocando. Pasaron temas, muchos, y cuando le presto atención al cielo (les recuerdo que era una terraza) estaba amaneciendo y llevábamos 5 horas seguidas improvisando! 3. Cuando me tocó dar un show en una fiesta de quince años de la hijastra de un batero (cuya historia ya de por sí da para reírse un buen rato) en la cual no nos prestaban atención salvo por un solo nene que estaba sentado solo de frente al escenario, totalmente fascinado (al final el violero le regaló un par de púas). Ni bien bajamos nadie nos dirige la palabra y vamos a cobrar lo nuestro: nos pagaron con pizza
Bueno, esas son algunas de las cosas más curiosas que me han pasado, jaja, espero que hayan quedado bien contadas, porque fueron sumamente divertidas en su momento, fueron muy cómicas y si no se cuentan bien pierden lo suyo... Perdón por el ladrillo, espero que al menos les cause gracia, jaja...
Saludos
Ramone88


