SGT. BAKER escribió:Joe escribió: Hacer sonar un bajo -conocerlo de verdad hasta el último milímetro de su cuerpo- requiere mucho tiempo y la comodidad, soltura y firmeza que te aporta conocer un instrumento de esa manera hará que suenes lo suficientemente bien donde sea ...
Ya no solo en el sonido que se saca sino en la expresión. A la hora de tocar parece ser que uno se exprese mucho más y mejor cuando conoce a la perfección lo que tiene entre manos. También es una cuestión de saber entender al instrumento, porque se acaba conviertiendo en una prolongación de uno mismo.
Mi experiencia reveladora tuvo lugar con un bajo activo no hace mucho. Tres bandas, activo/pasivo y pastillas en serie o paralelo a elegir.
Venía con la idea del bajo activo en la cabeza cuando lo compré, estaba acostumbrado a mover un par de ruletas y encontrar siempre aquello que me gustaba de un bajo.
Cuando creí encontrar la ecualización perfecta (unos cuantos meses tocando y probando con la tropa, no fué cosa de una horita o dos), decidí seguir explorando, toqué el control activo/pasivo, y me dí cuenta que había estado meses haciendo el primo con los potes de eq. En la banda me gustaba mucho más el sonido pasivo con las pastis en serie que con el bajo cuidadosamente ecualizado, si acaso le daba un pequeño toque al balance de pastillas y listo, pero a partir de ahí el bajo fué en pasivo a todas partes.
Luego me hice un bajo pasivo 100% con la capacidad de poner las pastis en serie mediante switch, y me compré un bajo nuevo pasivo. Y a partir de ese momento cuando veo un bajo activo en lo primero que pienso es en cómo sonaría sin previo de ningún tipo.
Me parece mucho más importante y determinante el tipo de pastillas y la marca, así como dónde van colocadas, y el tipo de construcción del instrumento que el hecho de que sea activo o pasivo.
Hala, otro ladrillo
