Ya van muchas veces que lo intentaba con el seis cuerdas, y siempre, a la semana de tenerlo, estaba con el hombro dolorido y contracturado. Lo he achacado al peso, a la longitud de escala (he tenido algunos monstruitos de 35'' y casi 5 Kg), a que la correa no era muy ancha... He probado bajos de 6 cuerdas y 34'', lo mismo.
Bueno, pues toco sentado y así no cargo el hombro. Tampoco.
El último que tengo es un 33'', y a la semana, otra vez estaba con el hombro izquierdo contracturado. Ya esta vez me he parado a pensar qué podía estar pasando. No me cuadraba que habiendo tocado años un instrumento duro como el contrabajo, con un bajo eléctrico me hiciese daño.
Así que me puse una tarde con el cuatro cuerdas, el cinco y el seis, a ver qué cambiaba al pasar de uno a otro, y ya di con ello.
Con el 6 cuerdas, intentaba poner los dedos como "espátula" sobre el diapasón, para cubrir todas las cuerdas. Con el cinco cuerdas y el de cuatro se puede hacer teniendo la muñeca más o menos recta y doblando las primeras falanges, ya cubro (y muteo) casi todas las cuerdas.
Sin embargo, no me llegan los dedos del todo bien con el de seis, así que tiendo a sacar un poco la muñeca hacia fuera. Lo peor no es el tener la muñeca constantemente flexionada, si no que este giro me obliga a rotar un poco el hombro de una forma un poco forzada. No se nota mucho, pero una hora con el hombro girado, cargando algo del peso del bajo y la muñeca flexionada... tras varios días seguidos = contractura.
En la foto se nota un poco: al poner la mano totalmente plana, giro el hombro hacia delante, pillando una postura forzada.
Para no hacerse daño la muñeca debe estar recta, no doblada y forzando al resto del brazo y hombro a girarse de mala manera durante un periodo prolongado de tiempo.


Llevo una semana tocando sin rotar el hombro, sin tratar de hacer "espátula" con la longitud completa de los dedos y el dolor se ha ido. Hay que pasarle un poco de responsabilidad del muteo a la mano derecha, pero eso es fácil e indoloro.
Otra posición que estoy probando es a tocar como si fuese una guitarra clásica, con un alzapié y el bajo mucho más vertical, esta posición también va muy bien porque permite tener la muñeca sin doblar, los hombros relajados y la mano izquierda llega a todos los sitios bien. El problema de esta posición es que es un poco... ¿moñas?

Conclusión de todo el ladrillo: cuando tengamos alguna molestia, hay que pararse a ver qué está pasando y no achacar al instrumento lo que sea un fallo nuestro.
Y por supuesto, acordarnos de que lo que hace 20 años no nos hacía daño y ni nos dábamos cuenta, ahora ya nos empieza a pasar factura, que (la mayoría) ya no somos unos chavales.