WWW.BAJISTAS.ORG

A la hora de confeccionar un listado de canciones para una actuación siempre busco no hacer dos canciones seguidas en la misma tonalidad, que el orden no sea descendente, no hacer dos canciones seguidas a intervalo de semitono, empezar por los tonos más graves y terminar con los más agudos, en fin, varios aspectos que considero importantes.

¿Tenéis en cuenta las tonalidades de las canciones? ¿Algún orden en especial?

No te comas la cabeza con esas cosas. El público está básicamente sordo. Preocúpate más de la marcha y ritmo global del repertorio.

Un saludo.

yo tampoco creo que la tonalidad importe mucho a la hora de confeccionar un repertorio

Chirro escribió: ↑Mié Jun 12, 2024 8:02 am No te comas la cabeza con esas cosas. El público está básicamente sordo. Preocúpate más de la marcha y ritmo global del repertorio.

Un saludo.

Esto

A la hora de enlazar dos temas seguidos en una actuación, sí conviene que estén en la misma tonalidad, o, por ejemplo que el segundo esté un tono o tono y medio superior.
Pero si los temas no van enlazados, yo creo que no merece la pena pensar en ello.

Yo tendría más en cuenta el "aire" y la dinámica entre varias canciones: empezar con algo intenso pero no mucho, ir subiendo, luego algo más relajado, subir intensidad... etc.
También tener en cuenta si la canción en general "es más aguda", que no tiene porqué ir relacionado con la tonalidad, si no como va la melodía, no la armonía.

contrabajo escribió: ↑Mié Jun 12, 2024 11:09 am Yo tendría más en cuenta el "aire" y la dinámica entre varias canciones: empezar con algo intenso pero no mucho, ir subiendo, luego algo más relajado, subir intensidad... etc.

Esto sí me parece muy importante.
En ello intento trabajar mucho en los grupos.
Esos "segundos interminables" entre canción y canción, que si uno dudo cuando empezar, que si el otro afina sin avisar, que si otro está bebiendo, que si quedan 3 segundos y nadie habla al público....eso me mata, ME MATA.

Me parece más diferenciador el hecho de hacer las transiciones de una manera fluida, controlada, divertida o conscientemente silenciosa, que saber tocar bien un tema desde su inicio al final.

Es tan difícil encontrar un/a frontman que sepa captar la atención entre canción y canción...

Una experiencia curiosa: El verano pasado nos llamaron para tocar en una pequeña plaza en un Ayuntamiento nuevo para nosotros.
Oportunidad única para que nos conocieran allí.
Pero sólo teníamos 50 minutos para tocar, cuando nuestro repertorio es de 2 horas.

Nuestra apuesta fue "tocar sin tregua": acabar una y comenzar la siguiente.
Literalmente un segundo de respiro, salvo que a alguno le surgiera algo que provocase una parada (afinar, o un accidente), y en la quinta canción, para presentar al grupo. No more.

Fue un exitazo: el público acabó obligando a la organización a que nos dejasen tocar por dos bises más.
Porque cuando los tienes "encendidos" con una canción, dejarse que se enfríen hasta la siguiente es tener que comenzar de nuevo.

fervili escribió: ↑Mié Jun 12, 2024 12:49 pm
Esos "segundos interminables" entre canción y canción, que si uno dudo cuando empezar, que si el otro afina sin avisar, que si otro está bebiendo, que si quedan 3 segundos y nadie habla al público....eso me mata, ME MATA.

Me parece más diferenciador el hecho de hacer las transiciones de una manera fluida, controlada, divertida o conscientemente silenciosa, que saber tocar bien un tema desde su inicio al final.

Eso yo también lo llevo fatal, y ahí sí que da igual que toques pop, rock, flamenco, soul, jazz... ¡¡¡ NO HAY QUE DAR RESPIRO !!!
Queda muy, muy, muy amateur, y enfría muchísimo al público los segundos interminables.
Tengo la misma experiencia que tú: los bolos que han sido tema tras tema, con apenas pausas, bien pensados en cuanto a intensidad, etc, han sido los que más han gustado, independientemente de que la hayamos cagado más o menos.

Yo pienso que en algo se puede mejorar la presentación de las canciones si se tiene en cuenta (también) la tonalidad. Evidentemente, depende del estilo musical. En mi caso la mitad del repertorio son temas propios, y en general el estilo es muy similar en todas las canciones (country y folk, todo en inglés).
Descarto hacer dos canciones seguidas en el mismo tono, para que se diferencien claramente una de otra. Y dentro de lo posible estoy experimentando con la relación de la tonalidad de una canción con respecto a la anterior y la posterior, tratando de que a lo largo de la actuación las tonalidades vayan poco a poco subiendo. Si empezamos en Mi Mayor trato de terminar en La Mayor, por ejemplo, y no al contrario.
Bueno, todo esto evidentemente hay que evaluarlo al final de cada actuación y ver si merece la pena o no. Pero es un aspecto que quería compartirlo en el foro, por si alguien más lo considera importante.

A mí también me ralla el tema de la tonalidad a la hora de confeccionar un repertorio, lo comparto, pero creo que es mucho más determinante la textura y rango de la canción.
Por ejemplo, imagina que en un tema en Mi mayor la melodía sube mucho de registro, la canción va a sonar mucho más brillante, incluso intensa, que otra en La Mayor, que la melodía se quede más en un registro central.

En nuestro caso debemos tener en cuenta que hay 3 cantantes, y establecer un equilibrio entre ellos para no reventarlos. Eso determina la tonalidad... o no.
Pero por encima de todo, va el aire de cada canción. Empezar como un cañón, en medio puedes hacer bajadas de ritmo, baladas, medios tiempos, y terminar como otro cañonazo.

Cambinar ambos factores es realmente peliagudo