
Este es mi Squier Precision Bass '57 JV, un modelo japonés de la serie JV que compré en este foro, en 2014 al gran Charlie Moreno. Desde entonces, hice unas modificaciones tempranas y, una vez alcanzado el sonido y la comodidad que buscaba, no he sentido la necesidad de cambiar ni añadir nada más. Este bajo se ha convertido en mi compañero perfecto, cumpliendo con todo lo que quiero en un Precision. Como muchos sabrán, las primeras series japonesas de Squier (1982-1984) tienen un lugar especial en el mundo de los bajos por su calidad de construcción y fidelidad a los modelos originales de Fender.
Este bajo, con número de serie JV61245, fue fabricado en 1983. Desde el primer momento, se sintió como una conexión directa con el Precision de 1957. El mástil y el diapasón de arce tienen ese perfil en "C" que es una delicia, perfecto para quienes prefieren la comodidad y resonancia del arce. El cuerpo, sólido y resonante, está hecho posiblemente de Sen japonés, una madera similar al fresno, conocida por su grano atractivo y características tonales. En este caso, le aporta al bajo un peso de 4,400 kg, dándole esa calidez y el sustain característicos de los Precisión.
Al comprarlo, el bajo venía con pastillas EMG activas, que si bien son una elección entre bajistas que buscan claridad y definición de tono, decidí reemplazarlas para acercarme más a un tono clásico.
*Puedes ver la publicación original donde adquirí este bajo aquí: [Foro Bajistas.org](viewtopic.php?t=45944)*

Modificaciones Personalizadas: Buscando Mi Sonido
1. Cambio de Pastillas: Cambié las EMG por unas Lindy Fralin, y el bajo dio un giro tonal hacia un sonido más vintage, cálido y equilibrado, justo lo que buscaba.
2. Electrónica: Una configuración VT sencilla y eficiente con potenciómetros CTS y condensador Orange Drop. Esto me permitió obtener un sonido natural y sin complicaciones, que responde a cada detalle de mi estilo.
3. Puente: Reemplacé el puente original por un Badass, uno de mis favoritos. Además de darle un toque estético, mejora notablemente el sustain y la estabilidad de la entonación.
4. Clavija Hipshot: Le añadí un Hipshot BT3 Bass Xtender en la cuarta cuerda, ideal para esos momentos en los que necesito un registro de graves más amplio sin perder la afinación estándar.
5. Cuerdas Flatwound: Finalmente, monté un set de cuerdas Flatwound Thomastik Infeld Jazz. Estas cuerdas añaden un carácter más suave y profundo, y combinadas con las Lindy Fralin, consiguen un tono que se siente increíblemente redondo y clásico.
Resultado final y sensaciones al tocar
Hoy en día, con todas estas modificaciones hechas en su primer año conmigo, siento que alcancé lo que siempre quise en un bajo. Este Squier Precision Bass ‘57 JV tiene 41 años de historia y lleva ya 10 años conmigo. Me encanta cómo combina su origen vintage con las personalizaciones que reflejan mi propio estilo. Es un bajo que suena como espero cada vez que lo conecto, con un tono profundo, un sustain excelente y una versatilidad increíble.
Para cualquiera que esté buscando un modelo JV o considere modificar su bajo, recomiendo tomarse el tiempo para experimentar y personalizarlo. Con paciencia y unas cuantas modificaciones, ¡el resultado puede ser un instrumento verdaderamente único!.