albertus escribió:cuando has pagado 2000€ d más por tener un bajo vintage sin pobarlo, más vale que te convenzas a ti mismo de que suena mejor, porque la otra opción es asumir que has hecho el canelo
serio2 escribió:Existen numerosas pruebas similares a la que comentas, que demuestran de manera objetiva que la influencia de la madera en el sonido de los instrumentos eléctricos es muy limitada
Vamos a ver, que un bajo no es más que un tarugo de madera con imanes y cuerdas. Joder, ni que estuviésemos hablando de violines o guitarras clásicas.serio2 escribió:... el problema es que el punto de vista de un luthier respecto a la influencia de la madera en el sonido de instrumentos eléctricos no es ni mejor ni peor que el de un músico con años de experiencia ....
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Tendemos a pensar que percibimos las cosas tal y como son, pero existen multitud de estudios en psicoacústica que demuestran que en realidad oímos lo que queremos oir, lo que nos han enseñado a oir, lo que esperamos oir...y necesitamos que nuestro cerebro interprete la realidad de manera que se ajuste a nuestra visión previa de como creemos que son las cosas. .
Con que la madera esté bien de humedad (para que no haya deformaciones), sea lo suficientemente sólida (no un contrachapado) para que la vibración de la cuerda se mantenga estable y no mate los armónicos más bajos y el bajo en su totalidad esté bien ensamblado... lo demás son divagaciones y prejuicios que nos han ido calando poco a poco.
Otra cosa es la comodidad del instrumento y cómo se adapte al ejecutante, pero no estábamos hablando de eso, ¿verdad? Sólo hablábamos del sonido del instrumento.
Leo Fender diseñó el instrumento para ser producido como un artículo de fabricación en serie, y sus criterios fueron puramente prácticos: una línea de producción separada para los cuerpos, otra para los mástiles y otra para la electrónica convenientemente colocada en una placa de plástico de quita y pon. Él no era luthier, era electrónico/chispas/tipo para todo, ni siquiera tocaba la guitarra o el bajo.
Tuvo una visión comercial y sentido de la oportunidad geniales, pero sus criterios a la hora de diseñar los instrumentos eran, ante todo, industriales, no musicales.
Acertó con su invento y ahora es parte de la cultura colectiva, al igual que lo fue el VHS siendo inferior al Beta, al igual que el MP3 frente al FLAC...
No siempre lo que triunfa comercialmente es lo mejor, y con los instrumentos industriales pasó lo mismo.
Si hablamos de instrumentos acústicos, eso es otro cantar, anda que no se nota, sobre todo con arco, un contrabajo de chapa a uno macizo. Pero en bajos eléctricos...
