La toma de contacto con el instrumento fue bastante horrible, debo admitir. El ajuste de fábrica era horrible, se iba como medio semitono. Esto era debido, en parte a que el mástil estaba bastante recto, tuve que aflojar el alma un poco porque a las silletas ya les quedaba poco recorrido y si bajaba las cuerdas para compensar trasteaba. El puente con dos silletas tampoco ayudaba mucho en esto, por lo que tuve que sudar un par de horas o tres para conseguir un quintaje aceptable. He de comentar, no obstante, que por lo visto Fender monta las mismas cuerdas en todos los modelos… y para mí uno de los atractivos de un escala corta es poder calzar cuerdas mas gordas sin un exceso de tensión. Para colmo yo soy de los que atizan, por lo que unas cuerdas más balderas de lo normal no me hacen ningún bien. En algún momento, más pronto que tarde, lo llevaré a un luthier para que cambie el calibre de las cuerdas y lo ajuste alguien menos manazas que yo. Creo que puede ganar enteros en tacto y en sonido.
A proposito del sonido, creo que la palabra para definirlo es «gordote»… o «tosco». No es un sonido rico en matices o sutilezas, es más como que «está ahí». No es el bajo que llevarías para lucirte, de esos de decir «ay, que bonito que suena» cuando te quedas solo y haces alguna filigrana, es más un bajo funcional, de picar piedra. Vas a sonar correcto y punto. Esto no es en absoluto un aspecto negativo para mí, y de hecho casi que lo prefiero. Francamente, me esperaba todo lo contrario teniendo en cuenta que calza lo que parece una single coil de guitarra y es, en efecto, una single coil de guitarra. Con todo lo que ello conlleva, como por ejemplo los 6 polos que no hay manera de alinear con 4 cuerdas. En cualquier caso, existen chorrecientos recambios para un PB51 que en principio deberían valer y hay quien le pone unas lipstick que quedan to reshulonas, pero yo tengo echado el ojo a esta (adoro la estética de las razorblade). De todos modos, pensaba que era una inversión que iba a tener que hacer sí o sí en caso de querer sacar el bajo de casa y se ha quedado en un «bueno, quizá más adelante». De todos modos, mañana y el viernes tengo los primeros ensayos desde que me llegó y, según como vaya la cosa, puede que el sábado sustituya a mi bajo titular en directo. Después de eso podré confirmar o desmentir las sensaciones que me ha dejado en casa, tocando solo o con música de fondo.
Quizá lo que menos me ha gustado son los herrajes… hay clavijas que te permiten dejar el bajo en el soporte cuando acabas de tocar con la seguridad de que cuando lo cojas al día siguiente seguirá afinado (salvo brusco cambio en el ambiente), y estas no son de esas. Tampoco es que tengas que estar revisando continuamente la afinación, pero ya me entendéis. Puede que en el futuro las cambie, a poder ser por unas con una menor ratio de giro, ya que ese es uno de los precios a pagar por un escala corta: hay que tener sumo cuidado afinando, y es posible que de ahí venga que las clavijas actuales no me convenzan. El puente, como ya he dicho, es infernal a la hora de realizar ajustes y, aunque como buen levantino me pierde la estética, quizá acabe poniendo algo menos elegante y más funcional. De todos modos, he de decir que tampoco parece que sufra de ningún problema grave de sustain por culpa de la calidad de los herrajes. No me acaba de convencer, eso sí, la colocación del puente… no se sí es que estoy manioso por como me llegó el PB50 de Harley Benton que devolví antes de comprar este bajo, pero fijándome mucho me da la sensación de que está ligeramente desviado. O igual no, tendría que ponerme a tomar medidas. No es buena cosa, pero hay que tener en cuenta de la gama de precios en que nos movemos y en qué condiciones hay que fabricarlo para rebajar hasta ese punto.
En el apartado estético, no he visto ningún defecto en el acabado, que sería de lo más normal. Tampoco es que tenga muchas filigranas, pero de nuevo en ese rango de precios no es nada inesperado un toquecito por aquí, un nosequé por allá… Y bueno, que es muy cuco.
¿Vale la pena este bajo? Sí. Tal cual está me parece un instrumento de una calidad aceptable. Y a juzgar por lo que he podido probar, con unas cuantas mejoras puede ser un auténtico cañón. Dentro de lo razonable, claro, pero el margen de mejora parece bastante amplio. Si se trata de comprar un instrumento para una persona con las manos pequeñas que empieza a tocar, es el bajo. Si tienes curiosidad por probar un escala corta pero no quieres tirarte a la piscina… pues también. A mí ya me está dando pereza volver a coger mi KSD de 35".
De lo único que me arrepiento es de no haberlo comprado cuando estaba en venta la edición especial de Badtz Maru…
