Hace poco me entró como pago de una faena un Kramer DMZ 5000B de 1981.
Para sentar un poco de precedentes, Gary Kramer trabajaba codo con codo con Travis Bean en la marca pionera en esto de los mástiles de aluminio, pero en el 75 se montó su propia marca y se mudó a New Jersey.
En la primera etapa de la marca (finales de los 70) se centraron en seguir haciendo lo que sabían pero con modificaciones: mástiles de aluminio pero esta vez con insertos de madera en la trasera para un tacto menos frío y más cercano a una guitarra tradicional.
Dicho esto, entendemos que Kramer no tiene nada que envidiar a un Travis Bean (impagables hoy en día) e incluso tiene madera en el mástil lo que en mi opinión se agradece.
Estos mástiles de madera, aluminio y ebonol en diapasón (un compuesto de celulosa prensada con resina a alta temperatura y presión) confieren a estos mástiles una rigidez que aguanta el ajuste con diferentes calibres y afinaciones sin despeinarse.
El problema es que este bajo de 1981 llevaba quizás los últimos 15 años guardado con cuerdas puestas y afinadas, con lo que ni una viga de aluminio como es este mástil ha aguantado y se ha curvado.
Después de revisar y dedicar horas a buscar y leer en muchos foros y incluso artículos técnicos del tema prensado de aluminio toda la información posible y soluciones posibles, no veo viable volver a dejar recto el mástil.
Debo decir que la curva en la zona de los primeros trastes es la que sería aceptable en cualquier Fender. Curvado pero nada exagerado. El problema venía en los últimos trastes, que al estar levantados hacían que el bajo fuera impracticable des del traste 10-12 hasta abajo.

Distancia del último traste a la cuerda E. No medí pero ya veis como a la altura del 15 hay más altura.

Vista lateral izquierdo. Si os fijáis en el diapasón al contraluz se ve la curva que dibuja el mástil entero.

Vista lateral derecho. Ídem.
Ahora, con todo medido y estudiando a conciencia, solo se decido poner el bajo en el NeckJig, aplicar la tensión de cuerdas y afinación estándar y una vez el bajo está en tensión con la curva que os comentaba, la herramienta permite bloquear en esa posición el mástil para tener idéntica curva o deformación al sacar las cuerdas.



Tres imágenes sobre el NeckJig. Quite los trastes sobre esta herramienta para nivelar el diapasón con la curva que tomará sometido a tensión.
Una vez verificado todo. Toca nivelar el diapasón de ebonol, comiendo más “madera” de la zona aguda. El límite lo marcan los inlays de corona. Así que si todavía queda material pero el inlay nos avisa que estamos al límite antes de borrarlo, tocará acabar de corregir con los trastes.
Y voilà:



Vistas laterales de la corrección de curva en diapasón y ya terminado, pulido del ebonol y la madreperla
Después, una instalación de trastes normal con especial cuidado que el ebonol es un material jodido por que expulsa el traste… una vez retrasteado, volvemos a poner cuerdas y volvemos a nivelar encima de los trastes para acabar de corregir.



Terminación de trastes y dispuesto de nuevo en el NeckJig para nivelar trastes (y seguir corrigiendo curva)
Ahora ya lo tengo montado y en marcha y joder, suena de pelotas.
Pastillas Dimarzio (de ahí lo de DMZ), dos volúmenes dos tonos, selector de pastillas y dos switch uno por pastilla que actúan como un filtro. Tengo que investigar bien qué hacen.
Mucha pegada, definición, sonido articulado, ahora una acción bajita y muy cómoda. Sabemos que ahora ya no se moverá más si el dueño lo cuida y está atento a movimientos.
En definitiva, he solucionado el tema y ha quedado un instrumento completamente original que me parece un pepinazo
Luego pongo foto finish, que me puse a tocar con él y me olvide de fotos jajaja